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Que el Black Friday no se convierta en el “viernes negro” de tu logística para e-commerce

Llegamos a uno de los picos fundamentales del sector de la logística para e-commerce, el famoso Black Friday, que ya se ha consolidado en nuestro país como uno de los principales momentos en los que muchos consumidores aprovechan para cerrar buena parte de sus compras navideñas y por los importantes descuentos que muchas marcas y tiendas aplican a la mayoría de sus productos.

Según las estimaciones de la Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO), las compras de la edición de este año supondrán en torno a 50 millones de envíos, lo que supondría un incremento del 30% con respecto al año anterior. Pero también se evidencia cada vez más que esta cita comercial puede convertirse en el “viernes negro” de algunas marcas y proveedores, por no contar con los recursos y capacidades para escalar de forma rápida y efectiva la gestión de su logística e-commerce.

Tanto las marcas como sus socios logísticos debemos demostrar en este hito anual la máxima eficacia, flexibilidad y capacidad para responder con éxito al previsible furor comprador, precisamente en un ejercicio que está impulsando con fuerza las ventas online. Pero debe hacerse con rentabilidad, lo que no siempre resulta fácil en el entorno del e-commerce actual, donde la falta de previsión o la escasez de medios técnicos y humanos pueden convertir esta fecha en un auténtico “calvario” para sus resultados y rentabilidad.

Además, en momentos de máxima exigencia para la entrega, se multiplican los costes, lo que afecta negativamente a los márgenes de todos los actores que intervienen en la cadena comercial: marcas, mayoristas, retailers y canales comerciales.

El resultado es que no todos los operadores pueden rentabilizar este boom de las compras online y su logística para ecommerce afronta una serie de problemas derivados, como señala muy bien un reciente artículo de Business of Fashion. En el mismo, su autora subraya que, a pesar del aumento de negocio que ha provocado la pandemia mundial, las marcas deben lidiar con mayores cargas operativas que lastran sus cuentas de resultados.

Como resume en sus líneas, el e-commerce impulsa el negocio comercial. Eso está claro. Pero está tensionando a todos los implicados, sus márgenes y beneficios y puede convertirse en una vía de ineficiencia, por la escasa preparación de los modelos de negocio convencionales, diseñados en su mayoría para la venta física y presencial.

Y no hablamos solo de que cualquier fallo puede suponer el destierro de este prometedor mercado online, por el abandono de clientes insatisfechos. Ya que, incluso, sin errores de bulto en la logística de e-commerce poder satisfacer las expectativas de los clientes puede resultar inviable en el momento actual de las compañías.

Todos sabemos que la satisfacción del cliente depende de ofrecer la máxima calidad, en el menor tiempo posible y al mínimo precio. Pero, ¿cómo conseguirlo? Y, más importante, ¿cómo hacerlo con rentabilidad para todos los agentes del mercado?

Algunas claves

Los especialistas y expertos en logística para e-commerce suelen encontrar varias claves para alcanzar un comercio online eficaz y rentable: la gestión inteligente del inventario, la agrupación de productos y la incorporación de tecnologías que agilicen la gestión de stocks y almacenes, sistemas robustos y escalables como RFID, que permitan su integración con los sistemas respectivos de proveedores y partners, un mayor control y seguimiento de las entregas o la agilización de los procesos logísticos, con centros o puntos intermedios de intercambio de mercancías, por ejemplo.

En general, se precisan herramientas que aporten visibilidad a todo el proceso, unas prácticas de gestión más ágiles e innovadoras soluciones que permitan adelantarse a la demanda adecuadamente. Se busca llegar a un tipo de “stock líquido” que no esté centrado en un solo canal, sino que alimente todos ellos, para ofrecer al consumidor la posibilidad de elegir el punto de contacto con la marca y al proveedor encontrar un punto de equilibrio entre demanda y oferta, pero de forma rentable.

En este sentido, y como respuesta a esta clara tendencia de consumo que se acentuará aún más en el futuro, se recomienda contar con un partner estratégico que cuente con las instalaciones, los recursos y la tecnología logística necesaria para hacer frente a estos picos de consumo cada vez más exigentes, pero también que sea capaz de ajustarse a otros periodos valle o de menor actividad comercial.

Se trata de adaptar la logística para e-commerce a los retos de capacidad, flexibilidad y eficiencia que impone el comercio online y el cliente omnicanal, con pedidos y entregas cada vez más personalizados, pero sin descuidar la compra presencial que, en pocos meses, podría recuperarse.

Estrategia que debe sustentarse en sistemas y tecnologías que gestionen no solo las entregas, sino todo el proceso logístico completo; desde la recepción del material, preparación de pedidos y clasificación, gestión de la mercancía en tránsito y reparto final, así como las posibles devoluciones. El objetivo es obtener un control total y máxima eficiencia, permitir visualizar toda la operativa y garantizar la trazabilidad de cada envío, lo que redundará en una entrega efectiva para el cliente y más rentable para el proveedor.

Anticiparse al carácter impredecible de los pedidos resulta también esencial y la experiencia pasada debe guiar las estrategias futuras, poniendo la tecnología y las personas en el centro de nuestras acciones, pero haciendo una lectura correcta de las necesidades del cliente online, de sus exigencias y demandas, cada vez más altas y decisivas para garantizar su fidelidad futura y, en definitiva, el éxito comercial.

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